Julio: | María, ¿por qué no hablamos más seguido del tango? ¡Es una música increíble! |
María: | Julio, aquí el que no llora, no mama. Si quieres hablar de algo, solo dilo. |
Julio: | ¿Dices que el guagua que no llora, no mama? Pues, no seré un niño, pero te puedo asegurar que... ¡me encanta el tango! Aunque tengo que confesar que a veces no entiendo ni la mitad de lo que dicen. |
María: | Claro, porque está lleno de localismos. No solo utilizan la jerga de los barrios bajos de Buenos Aires, el lunfardo, sino que muchas de esas palabras y expresiones ya han caído en desuso. |