La frase de hoy es una
que se escucha a menudo en los
ambientes laborales.
Serrucharle el piso a alguien significa
degradar a esa persona, usualmente
mediante chismes y acusaciones,
buscando el beneficio de uno mismo. La expresión implica
derribar, metafóricamente, a
alguien que está por encima de ti. Todos hemos visto seguramente en los
dibujos animados a un personaje que literalmente
serrucha el piso por debajo de su rival. En esta rutina, el resultado es casi siempre igual: el que estaba arriba
cae por el agujero y luego quien
serruchó el piso puede tomar su lugar. En el contexto de una oficina, por ejemplo, esto sería lo mismo que
atacar la reputación de un superior, con
el objetivo de reemplazarlo. O quizás,
criticar el rendimiento de un colega que
es candidato para
el mismo ascenso que tú.