La expresión “
A cada cochino le llega su sábado” se usa para decir que
a todos les llegará la hora de ser juzgados por
sus fechorías.
Aquellos que hayan actuado mal, eventualmente
deberán pagar por sus actos. La frase
alude especialmente a las personas
malvadas o
mal intencionadas,
con la confianza de que
algún día tendrán su merecido.
Encierra una vieja idea de
destino y castigo; la idea de que
los malos actos nunca quedan impunes. Mucha gente
hoy en día no estaría de acuerdo con esto,
argumentando que la vida
es injusta y que
no todo el que ha obrado mal recibe
su merecido. Porque... todos conocemos
algunos cochinos a los que aún no les ha llegado su sábado.