Renzo: | María, extraño los días en que el mundo estaba lleno de monstruos, dioses y criaturas mitológicas. |
María: | O sea, extrañas épocas que nunca viviste. |
Renzo: | ¡Exacto! Me fascina el politeísmo, y cómo a todo se le puede asignar una divinidad. Los mares, por ejemplo, los imaginamos llenos de serpientes gigantes, monstruos con tentáculos y señores barbudos con tridentes. |
María: | Supongo que era una forma de mostrar al agua como una presencia amenazante. |