La prohibición de la producción de CFC en 1987 podría haber salvado el planeta
Los CFC se utilizaron en aerosoles, refrigeradores, acondicionadores de aire y espumas de aislamiento térmico. Son muy dañinos para la capa de ozono del planeta y además son gases de efecto invernadero.
Los científicos utilizaron un modelo basado en un aumento anual del 3%