¡Hola, y bienvenidos todos a un nuevo episodio de nuestro programa informativo semanal! Yo soy Gonzalo, y hoy es miércoles, 19 de mayo de 2021. Hoy comenzamos el programa discutiendo la trágica escalada de la violencia en el conflicto palestino-israelí. Continuaremos hablando del fin del estado de alarma en España, en relación a la pandemia de coronavirus, y de la posible aprobación, próximamente, del permiso menstrual por parte del Ayuntamiento de Girona. Dedicaremos también un segmento a comentar la difícil realidad de los moderadores de contenido de Facebook, y cerraremos el programa con la aprobación de la Ley del Cambio Climático española, una normativa que ha dejado a muchos profundamente insatisfechos.

El conflicto palestino-israelí está viviendo sus peores momentos de los últimos años. Los muertos se multiplican. Algunos en el lado israelí, alcanzados por cohetes lanzados desde la franja de Gaza. La gran mayoría, como siempre, palestinos, muchos de ellos abatidos por ataques aéreos del ejército israelí.

Ante la tragedia, caben muchas preguntas, pero quizá la más inmediata sea: ¿por qué ahora? ¿Por qué el grupo militante palestino Hamás ha provocado el recrudecimiento de la violencia, lanzando una lluvia de cohetes sobre el territorio israelí? Algunos analistas lo explican como un movimiento

Esperemos que el caos provocado por la escalada del conflicto palestino-israelí comience a disiparse pronto. Entretanto, en España nos enfrentamos a un tipo muy diferente de caos, causado por miles de jóvenes que han salido a la calle ávidos de fiesta...

El pasado domingo, 9 de mayo, el Gobierno español decretaba el fin del estado de alarma. Apenas unos minutos después de la medianoche, en ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, o Salamanca miles de jóvenes se echaban a la calle. Las aglomeraciones y los botellones multitudinarios, con muchas personas sin mascarilla y sin respetar la distancia de seguridad, se sucedían. En Barcelona, por ejemplo, en la primera noche sin toque de queda la policía tuvo que desalojar a más de 6.500 personas de diferentes espacios públicos de la ciudad.

Como otros países europeos, en las últimas semanas España ha

Si todo va bien, y gracias a la vacuna, en los próximos meses podremos declarar la pandemia de coronavirus bajo control. En la siguiente noticia discutimos otro problema relacionado con la salud. Un problema que afecta a una parte importante de la población y del que se habla muy poco.

El próximo mes de junio, el pleno del Ayuntamiento de Girona, en Cataluña, va a debatir una cuestión importante: el permiso menstrual. Si no han oído hablar nunca del tema… no me sorprende. La ausencia de debate público y la falta de concienciación sobre esta cuestión reflejan, por supuesto, lo lejos que estamos de resolver el problema.

Un problema que tiene múltiples facetas. El punto de partida son, por supuesto, las molestias abdominales, el dolor pélvico y lumbar, las náuseas, los mareos y la fatiga… que tiene que soportar una gran parte de la población femenina una vez al mes. Síntomas que

Y otro colectivo que, como las mujeres con la menstruación, recibe un apoyo insuficiente para enfrentarse a sus problemas, es el de quienes llevan a cabo tareas de moderación de contenidos para la red social Facebook.

No quisiera estar en la piel de Mark Zuckerberg. Ni por todo el oro del mundo. No sé si en los inicios de Facebook el fundador de la compañía se divertía —a veces me pregunto si Zuckerberg es capaz de tal cosa—. Pero, con los escándalos que azotan constantemente la red social, en la actualidad dirigir Facebook parece lo opuesto a la diversión.

Al parecer, a principios de año la red social tenía nada menos que 2.800 millones de usuarios. Inevitablemente, esta gigantesca base de usuarios incluye una representación de lo peor de la sociedad: asesinos, violadores y pedófilos, terroristas, traficant

Ojalá en un futuro no demasiado lejano se instaure por ley el permiso menstrual. Lo que acaba de ser objeto de legislación en nuestro país es la lucha contra el cambio climático, con resultados, como les contamos a continuación, que dejan mucho que desear.

En España ya tenemos Ley del Cambio Climático. El pasado 13 de mayo, el pleno del Congreso aprobaba finalmente la nueva normativa, tras su paso por el Senado. Aunque quisiera mantener una actitud positiva, no voy a ocultarles lo decepcionado que estoy. Una decepción largamente anticipada, puesto que el texto aprobado incorpora pocas sorpresas respecto a las propuestas que congresistas y senadores llevaban tiempo debatiendo.

La punta de lanza de todo esfuerzo por hacer frente a la emergencia climática es, por supuesto, marcarse un objetivo de reducción de emisiones de CO2. Los científicos han de