“Una oferta que no puedes rechazar” — An offer you can’t refuse
“¿Estás pensando en correr?” preguntó Artemisa, sarcásticamente. “No es buena idea. ¿A dónde irás? No existe un lugar en esta isla donde no te encontraremos.
Luego lo vi. Artemisa tenía en sus manos mi maletín.
“¿No me preguntarás cuándo lo encontré? De pronto, eres muy tímido, Horacio…” dijo con un tono muy inocente. “¿Qué pasa, tienes amnesia de nuevo? Muy bien, te lo diré: Lo encontramos el mismo día que apareciste en la playa. Así que, yo siempre supe que eras un fraude.”
Artemisa sacó una pluma verde del maletín. “Pero esto sí me preocupa, porque significa que tenemos un traidor. Y ahora, Horacio, me dirás quién es.