En el idioma español tenemos muchos
refranes con un
protagonista felino. Existen varias teorías de porqué los gatos
figuran tan seguido en nuestras expresiones, pero la más simple es
quizás también la más probable: Así como los
perros, los gatos son
compañeros constantes en nuestras vidas y al observar sus peculiares hábitos,
es inevitable que encontremos en ellos paralelos a nuestras propias personalidades. La frase “
el gato escaldado, del agua fría huye” habla de
cómo nos afectan las experiencias traumáticas. Expresa la idea de que luego de una experiencia
dolorosa, nos volvemos
precavidos y desconfiados con la intención de
evitar que se repita el mismo trauma. Al igual que los gatos, nosotros también tenemos un
instinto natural de autoconservación.