A primera vista esta expresión tiene
un significado muy sencillo:
A la hora de pagar, usa el mismo tipo de moneda
con la que te pagan.
Quizás empezó como un simple consejo
para los viajeros, hace tiempo cuando las monedas internacionales como el dólar y el euro
aún no existían. O tal vez
cuando recién se inventaron las monedas, esta frase
fomentaba la nueva economía. Pero de cualquier modo,
ese significado literal no duró mucho porque la
moneda eventualmente
vino a simbolizar acciones, ya sean buenas o malas.