El origen de esta expresión proviene de los siglos XVI al XVII. Durante estos siglos, los viajeros frecuentabanposadas, hosterías y fondas. Se decía que los dueños, también llamados venteros, de estas posadas, hosterías o fondas engañaban a sus clientes viajeros ya que estos sólo estaban en la ciudad por un cierto tiempo. El engaño consistía en darlescarne de menor calidad a la que ofre