Como los cangrejos
21 March 2018
Cualquiera que haya visto títeres sabe que este tipo de representaciones pueden ser bastante bestias. A veces ruedan cabezas, se arrancan miembros, salpica la sangre. Ciertas funciones de títeres quizá no son para niños. Y, si les preguntáramos a esos estudiantes mojigatos que ahora exigen que se les pinte el mundo color de rosa, —se traumatizan con el más mínimo sobresalto— seguramente dirían que es mejor prohibir los títeres. Por desgracia, los estudiantes mojigatos no están solos.En febrero de 2016, dos titiriteros representaban la obra La bruja y Don Cristóbal durante el Carnaval de Madrid