España vivió la semana pasada su peor catástrofe en lo que va de siglo. Un temporal de lluvia segó la vida de centenares de personas: riadas de agua y barro arrasaron con todo. Valencia y sus alrededores fueron los lugares peor parados. Durante días, los servicios de rescate, los voluntarios y los militares estuvieron sacando cuerpos sin vida de coches y sótanos. Es imposible evitar que llueva, y que lo haga de manera masiva, pero sí se podría haber minimizado el número de muertos si los responsables políticos hubieran actuado bien.
Desde primera hora, el pasado 29 de octubre, los servicios met
Tengo la sensación de que, tras más de dos años y medio, nos hemos acostumbrado a vivir con la guerra en Ucrania. Ya no se habla tanto de los refugiados, del drama humano, de los muertos. Las noticias sobre bombardeos están cada vez menos presentes en los medios. Incluso el miedo se nos ha adormecido. A mí, de este letargo, me ha despertado la noticia de la llegada de unos 10.000 soldados norcoreanos al frente de guerra. De nuevo, tengo la sensación de que lo peor que nos puede deparar esta guerra todavía está por venir.
Esos 10.000 soldados, que viajaron en barco desde Corea del Norte hasta la
Cuando los españoles creían haberlo visto todo en lo referente a escándalos políticos, la noticia de que el diputado Íñigo Errejón puede llevar años abusando de mujeres ha conmocionado a la sociedad. Para entender la magnitud de la conmoción, hay que conocer al personaje de Errejón: relativamente joven (40 años), aniñado y erudito.
Su imagen era la antítesis del macho alfa posesivo. Desde 2011, y a raíz del movimiento conocido como el 15M –que llevó a las plazas españolas a millones de jóvenes–, Errejón había sido visto como uno de los referentes en la izquierda. Junto a Pablo Iglesias fundó u
No sé qué pensarían de esto Romeo, Anna Karenina o Madame Bovary. Quizá menospreciarían el amor del joven Sewell. O, quizá, lo comprenderían. Al fin y al cabo, ellos también se suicidaron por amor a personas idealizadas que, de alguna forma, solo existían en sus cabezas.
Sewell Setzer conoció a su amada, Daenerys Targaryen, en internet. Él era un joven estadounidense de 14 años con un leve síndrome de Asperger. Ella, un robot conversacional, un chatbot, creado mediante inteligencia artificial e inspirado en el personaje del mismo nombre de la serie Juego de Tronos.
Cada pregunta de Sewell era co
En la película Wall-E, uno de los clásicos de Pixar, se muestra un futuro en el que los ciudadanos están regordetes porque prácticamente no caminan nada. Viven recostados en sillones móviles: comen, beben y trabajan sin levantarse. Esos personajes son, sin duda, una crítica implícita al sedentarismo al que nos aboca la forma en que vivimos. Cuando por las calles de las ciudades de España comenzaron a proliferar los patinetes eléctricos, me vino a la cabeza esa película. “Si ya andamos poco, con los patinetes todavía andaremos menos”, me decía.
Cada vez que veo a un niño o a un joven desplazarse