La mañana del pasado viernes, 19 de junio, un pequeño grupo de visitantes se paseaba tranquilamente entre los enormes bloques de piedra de Stonehenge, el famoso monumento megalítico. Entonces, dos personas blandiendo lo que parecían ser pequeños extintores de incendios irrumpieron corriendo en la escena. Acto seguido, comenzaron a rociar las viejas piedras con un polvo naranja, mientras una mujer con gorra, ayudada después por su acompañante, intentaba evitarlo.
Alrededor del mediodía, la policía de Wiltshire se personó en el lugar y detuvo a los dos individuos. Resultaron ser miembros de Just
La bella y la bestia. Ella —Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid— con el rostro sereno, enfundada en un elegante traje azul de verano que dejaba al descubierto la rosa tatuada en su antebrazo izquierdo. Él —Javier Milei, presidente de Argentina— con su habitual cabello alborotado y sus patillas de otra época. Ausentes, en esta ocasión, las muecas que con frecuencia afean su rostro cuando, consumido por la ira, escarnece a todo aquel que no comulga con sus ideas.
El pasado viernes, 21 de junio, Ayuso le imponía a Milei la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid. En las
En mayo, como quizá sepáis, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció, tras una campaña de desprestigio dirigida contra él y su mujer, que se tomaba unos días de reflexión para decidir si continuaba en el cargo. En esa ocasión, publicó en la red X una carta abierta en la que hablaba de una “máquina del fango”: “El Sr. Feijóo y el Sr. Abascal” —líderes, respectivamente, del conservador Partido Popular y de la formación de ultraderecha Vox—, explicó Sánchez, “han puesto en marcha lo que el gran escritor italiano Umberto Eco llamó 'la máquina del fango'. Esto es, tratar de deshum
Estos días, cuando voy a una feria del libro, no puedo evitar que me invada una cierta melancolía; como si ya echara de menos algo que aún existe. Una sensación parecida tengo cuando entro en alguna vieja librería que todavía resiste las embestidas de los nuevos tiempos. Tiempos de libros electrónicos o, peor, de mensajes de 128 caracteres y cortos períodos de atención, difícilmente compatibles con la lectura de un libro. ¿Cuánto tiempo más lograrán resistir, me pregunto a veces, los libros de papel?
A juzgar por el éxito de la Feria del Libro de Madrid, cuya última edición cerró sus puertas el
En los niños se da una extraña combinación entre adaptabilidad y sensibilidad. Inicialmente, pueden mostrarse incómodos o reacios a los cambios —de casa, de ciudad o de colegio, por ejemplo—, pero después suelen adaptarse rápidamente. Tan rápidamente, que uno está tentado a pensar que, en realidad, los cambios no los afectan.
Los niños se adaptan a las circunstancias y, sin embargo, no nos engañemos: las experiencias que viven pueden afectar de forma importante su desarrollo. El pasado 23 de junio, la BBC discutía en un artículo cómo el ruido y, en particular, el ruido del tráfico, perjudica el