El juicio al independentismo catalán llega a su fin
Finalmente el juicio que más expectación ha generado en toda la historia de la democracia española ha culminado. Tras largos meses de deliberaciones y presentaciones de pruebas tanto por parte de la fiscalía como de la defensa, los principales líderes independentistas catalanes encarcelados han escuchado al fin, el pasado 14 de octubre, sus condenas por boca del juez Pablo Llarena. La larga espera ha acabado. Nueve han sido los acusados que tendrán que pasar los próximos años tras las rejas. Las penas van desde los nueve años hasta los trece. Oriol Junqueras, quien ejerció como vicepresidente de la comunidad catalana durante los convulsos días hace ya dos años, en que se proclamó de manera fugaz y unilateral la independencia de Cataluña, ha recibido la mayor condena, de trece años. Sus delitos han sido intento de sedición y malversación de fondos para llevar a cabo el referéndum ilegal, celebrado en octubre del 2017, que posteriormente propiciaría aquella efímera declaración de independencia. Por otra parte, el juez Llarena también ha reactivado una orden de busca y captura europea, para traer de vuelta a España al expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, quien lleva dos años en Bélgica fugado de la justicia española.
El hundimiento de Ciudadanos
El partido político Ciudadanos está pasando por su momento más delicado desde que se fundara, en el año 2006. La joven organización liderada por Albert Rivera nació en Cataluña. Su objetivo inicial fue hacer frente a los partidos independentistas catalanes. Aquello, por supuesto, generó gran simpatía en el resto de España. Tal fue el apoyo a la causa de Ciudadanos en todo el país que el partido, siempre de la mano de Albert Rivera, se permitió dar el gran salto a escala nacional. Su ascenso en los últimos años ha sido meteórico. En el 2016 logró convertirse, con 32 escaños, en la cuarta fuerza
Lenín Moreno retira el polémico paquete de medidas económicas
Hace aproximadamente un año me encontraba en Quito haciendo turismo, en grata compañía de una buena amiga venezolana. En el momento en que nos hallábamos frente al Palacio Presidencial, nuestro guía afirmó, henchido de orgullo: "Nosotros aquí en Ecuador tenemos buena experiencia tumbando gobiernos. Lo hemos hecho ya varias veces. ¿Por qué ustedes no hacen lo mismo con Maduro en Venezuela?", le preguntó a mi amiga. Ella se vio obligada a responder sin pensárselo un instante: "Básicamente, porque ustedes no han tenido que enfrentarse ante un gobierno asesino, y nosotros sí".
Observando todo lo oc
Venezuela deniega la entrada al periodista John Carlin
Si alguien aún tenía alguna duda acerca de la pésima salud democrática que exhibe Venezuela, pues ahora tiene ante sí una prueba adicional que debería aclarar un poco más la situación. El pasado 7 de octubre, el renombrado periodista británico John Carlin vio denegada su entrada al país sudamericano. Carlin, quien ha desarrollado gran parte de su actividad periodística en diversos medios españoles, había viajado a Caracas por invitación del Instituto de Transiciones Integrales, una ONG con sede en Barcelona. El día 9 tenía previsto dar una conferencia titulada "Mandela y el camino a la paz". H
Las heridas abiertas de la guerra civil española
Alejandro Amenábar es, sin lugar a dudas, uno de los directores españoles de cine más importantes hoy en día. Grandes éxitos comerciales, tales como Tesis, Abre los ojos y Mar adentro, le permitieron dar el gran salto a la industria de Hollywood. Allí realizó películas de impecable factura como Los Otros, Ágora y Regresión. Ahora ha vuelto a ponerse tras las cámaras en territorio español. Y lo ha hecho dirigiendo Mientras dure la guerra, una cinta, recién estrenada, de enorme actualidad. Y resulta un tanto curioso que esta película, ambientada en el año 1936, tenga tanta importancia hoy en día