El desencuentro de las izquierdas
Decía el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, uno de los políticos más agudos de la etapa democrática en España, que es más fácil ponerse de acuerdo con los diferentes que con los semejantes. Creo que ésta es, en líneas generales, una de las grandes verdades de la vida. Sin duda alguna, es más fácil sentir antipatía por tu vecino, e incluso por tu familiar, que por alguien que vive a mucha distancia y que no guarda ninguna relación contigo. De hecho, ésta es también la base de los conflictos nacionalistas en muchos países: el pensamiento, bastante irracional, de que tu vecino o tu compatriota tiene muy poco que ver contigo, cuando lo cierto es que ocurre justamente todo lo contrario. "El narcisismo de las pequeñas diferencias", sentenció Sigmund Freud en relación a los nacionalismos. Estoy convencido de que, por ejemplo, a un catalán nacionalista le sería mucho más fácil encontrar un acuerdo con un alemán que con un madrileño o un andaluz.
El independentismo pierde apoyo en Cataluña
El movimiento independentista en Cataluña está pasando por uno de sus momentos más delicados de los últimos tiempos. Tras más de un lustro intentando desafiar al Estado español, y dos años después del intento fallido de la proclamación unilateral de independencia, el movimiento muestra claras señales de frustración y, sobre todo, de agotamiento. Muchos ya intentaron advertir tiempo atrás a los líderes secesionistas: tras la derrota de un proyecto que desde el principio siempre estuvo condenado al fracaso, los dirigentes no sólo tendrían que lidiar con las consecuencias jurídicas y penales, sin
Madrid desea seguir creciendo de la mejor manera posible
En el año 2008, Naciones Unidas calculó que, por primera vez en la historia de la Humanidad, había más gente viviendo en ciudades que en pueblos. Si en el año 1950 un 30% de la población mundial se concentraba en grandes urbes, ese porcentaje el año pasado había escalado hasta el 54,5%. Y todo indica que esta dinámica irá acelerándose con el transcurrir del tiempo. Según los últimos cálculos, aproximadamente el 70% de la población mundial habitará en ciudades en el 2050. De hecho, ya hoy en día ésa es la cifra aproximada de habitantes urbanos tanto en Europa como en Estados Unidos.
Es por ello
La estrategia abiertamente racista de Donald Trump
Donald Trump se está adentrando en aguas muy turbias. Y muy peligrosas. Y él lo sabe a la perfección. Tal como dijo el candidato demócrata Bernie Sanders hace unas semanas: "Donald Trump es un loco, pero no es estúpido".
El presidente estadounidense es consciente de que, a pesar de la excelente marcha de la economía, su reelección el año que viene no está asegurada. Trump podría convertirse en uno de los pocos dirigentes en la historia del país norteamericano que no revalidaron su mandato pese al notable crecimiento económico, uno de los aspectos que tradicionalmente más influyen en el voto de
Segunda detención masiva de manifestantes en Moscú
Tras la caída del muro de Berlín y el desmoronamiento de la Unión Soviética, muchos pensaron que había llegado el momento de que el sistema democrático liberal se expandiera paulatinamente por todo el planeta. Aquello llevó al politólogo Francis Fukuyama a decretar, demasiado prematuramente, el "final de la Historia". Decimos "prematuramente" porque, casi tres décadas después de aquellos memorables acontecimientos, la democracia liberal está en retroceso en muchas latitudes del globo. Y es que aquello que muchos creyeron percibir a principios de la década de los noventa no fue más que un espej