Saludos, queridos oyentes. Mi nombre es Renzo y les doy a todos la más cordial bienvenida a nuestro programa correspondiente al 8 de mayo. Como viene siendo ya habitual, comenzaremos prestando especial atención a la complicada situación política que en estos momentos se está viviendo en Venezuela. Acto seguido, posaremos la mirada en Cuba, donde la amenaza de nuevas sanciones económicas ha encendido muchas alarmas. Donde también existe bastante preocupación es en Brasil, sobre todo en relación al deterioro de su rico ecosistema. Por otro lado, ha surgido una ingeniosa propuesta empresarial en Estados Unidos que podría contrarrestar en cierto modo el desastre ecológico que se cierne sobre todos nosotros. Por último, también tendremos tiempo para comentar la ascensión al trono de un nuevo emperador en Japón.

El enquistado conflicto entre el chavismo y la oposición en Venezuela ha entrado en una etapa brumosa, confusa, turbia. Los diversos contendientes parecen estar ahora inmersos en una extraña partida de póquer en la que, más que escondiendo sus cartas, están todos faroleando a la espera de engañar al contrincante.

...y donde también ha puesto el ojo la Administración Trump es, por supuesto, sobre la isla caribeña de Cuba. Veamos cuáles han sido los últimos movimientos que ha hecho Washington para intentar debilitar al principal socio y aliado de Venezuela en la región...

Apenas Donald Trump puso un pie en la Casa Blanca se propuso, tal como ya hemos comentado en más de una ocasión, demoler todo el legado de su antecesor y némesis política, Barack Obama. Uno de los tantos objetivos perseguidos por el expresidente demócrata fue distender la tensión entre Cuba y la potencia norteamericana, una tensión que se ha prolongado durante largas décadas y que, a ojos de muchos analistas, no ha brindado los frutos deseados a la hora de debilitar al régimen dictatorial imperante en la isla caribeña. Esos tiempos de acercamiento político y relativo entendimiento entre ambas

...y del izquierdismo radical imperante en Venezuela y Cuba vamos a viajar al otro extremo del espectro ideológico. En concreto, vamos a aterrizar en la capital de Brasil, donde miles de manifestantes se dieron cita para recordarle al presidente sus obligaciones y responsabilidades en relación a la precaria salud medioambiental del país...

En numerosas ocasiones, quizá demasiadas, los ciudadanos demuestran estar mucho más a la altura de las circunstancias en comparación con los líderes políticos que los gobiernan, quienes suelen pecar de falta de responsabilidad y de visión de futuro. Eso se está observando, por ejemplo, no sólo en relación al preocupante tema del cambio climático, sino también con respecto a los múltiples desastres ecológicos que impactan en innumerables puntos del planeta. Mientras los dirigentes mundiales parecen mirar para otro lado y preocuparse siempre por el corto plazo, los ciudadanos están tomando conci

...es bastante probable que las soluciones para revertir el desastre ecológico global provengan de la sociedad civil. Y dentro de esta sociedad civil concienciada y movilizada hay que incluir al sector empresarial, el cual también puede aportar su granito de arena...

Rara vez se menciona, pero lo cierto es que la industria cárnica mundial representa una de las principales causas del calentamiento global. Se estima que dicha industria contribuye con aproximadamente el 15% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero, una cifra comparable a la emisión proveniente de toda la industria mundial del transporte. Pero no se trata únicamente del perjudicial gas metano propagado por las flatulencias de miles de millones de animales en cautividad. Aún hay más. Según datos aportados por la ONU y por la FAO —la Organización Mundial de la Alimentación y la

…ha llegado la hora de finalizar nuestro programa. Y lo haremos dando un gran salto hasta la capital de Japón. Y es que allí, para regocijo de millones de ciudadanos que aún siguen rindiendo culto a la longeva Casa Imperial japonesa, un nuevo emperador ha subido al trono...

Para muchos, la monarquía es un vetusto anacronismo en pleno siglo XXI. Argumentan tales críticos que es imposible defender los valores de la democracia y al mismo tiempo apoyar un sistema de gobierno en el que los máximos representantes, ya sean reyes o emperadores, no han sido elegidos por los ciudadanos. Si les soy sincero, no tengo yo demasiado claro si aquello constituye verdaderamente una gran contradicción. Países con monarquías bastante asentadas como las de España, Inglaterra, Suecia u Holanda se cuentan entre las naciones cuyos estándares democráticos sobresalen en todas las listas.