Los contactos eran más breves de lo quelos controladores de la Agencia Espacial Europea esperaban, pero probaron que el robot se encontraba en buen estado. Philae aterrizó en el cometa 67P en noviembre del año pasado. En el aterrizaje, rebotó a un lugar donde no llegaba la luz solar. Como resultado, el robot trabajó durante sólo sesenta (60) horas antes de quedarse sin batería.