Las raíces de la actual crisis se remontan a 2001, cuando el Congreso aprobó los recortes temporales de impuestos de George Bush por valor de uno coma siete (1,7) mil millones de dólares. Los recortes de impuestos vencerían a principios de 2011. Más tarde, los republicanos y los demócratas llegaron a un acuerdo para extender el recorte de impuestos con vencimiento al 31 de diciembre de 2012.