La Unión Europea amenaza a Hungría

Los dolores de cabeza de los eurodiputados en Bruselas no cesan de multiplicarse. Los nacionalismos alentados por la extrema derecha continúan con su imparable avance por todo el continente. El proceso de ruptura con el Reino Unido se mantiene en un preocupante punto muerto. Y por si fuera poco, crecen la desconfianza y la desafección de los ciudadanos hacia el proyecto comunitario europeo. Es por ello que Bruselas se ha propuesto lanzar claros mensajes a aquellos que intentan desgastar y dividir a la Unión Europea. Al gobierno del Reino Unido ya le ha avisado, una y otra vez, que no hará concesiones en la mesa de negociaciones en torno al Brexit. La intención es lanzar una clara advertencia disuasoria a todos aquellos que están coqueteando con la idea de salir de la Unión Europea: el divorcio es bastante costoso. En cuanto a Cataluña, los principales líderes europeos también han dejado bastante claro que no apoyarán, bajo ninguna circunstancia, la separación unilateral de una parte del territorio de cualquier país comunitario. Prácticamente nadie en Bruselas desea que Cataluña sea la primera pieza del dominó que caiga, pues muchas otras podrían precipitarse a continuación.