Londres se rinde ante las exigencias de la Unión Europea
13 December 2017
En tiempos de posverdades y de versiones alternativas de la realidad, gran parte de las personas ya no están interesadas en sopesar las diversas perspectivas de un hecho para tomar una posición individual al respecto. Por el contrario, la mayoría busca, entre el gran abanico de informaciones disponibles, aquellas versiones que se amolden a sus ideas preconcebidas. O mejor dicho, a sus emociones más íntimas. Porque de eso se trata todo hoy en día: de estimular las emociones más básicas y primitivas. Los creadores de información lo tienen siempre presente. Por ello, los hechos son simplificados al máximo, preferiblemente hasta el tamaño de un tuit, puesto que lo importante no es analizar la realidad, sino ofrecer respuestas simples y mágicas que movilicen a una población cada vez más desinformada. El Brexit fue un claro ejemplo de todo esto. La mayoría de la ciudadanía británica votó a favor de abandonar la Unión Europea sin tener la más mínima idea de cuáles podrían ser las consecuencias reales. Sencillamente, los líderes populistas, una vez más, estimularon los miedos y las fobias de la población. Prueba de todo ello es que, un día después de la votación en el Reino Unido, el término más buscado en Google fue “Unión Europea”. “¿Pero qué es lo que acabamos de hacer?”, parece que se preguntaron muchos ciudadanos británicos tras haber depositado su voto. Por desgracia, ya era algo tarde para comprender un poco el asunto.