Reino Unido no protege a sus ciudadanos de la contaminación atmosférica, según la ONU
13 September 2017
Ya se sabe que el sentido común es el menos común de los sentidos. Una máxima que se manifiesta con regularidad casi matemática cada vez que asistimos, perplejos, a la designación de altos cargos gubernamentales. Ministerios, Secretarías de Estado y demás puestos de responsabilidad se asignan según jerarquías de partido, o para premiar fidelidades políticas.¿Consideraciones prácticas de adecuación al puesto? Suelen ignorarse. Es más, cada vez vemos más casos flagrantes de nombramiento de “troles”; candidatos designados con el objetivo de reventar desde dentro la institución pública que les es asignada. Un deporte, el “juego de troles”, al que el presidente Trump, por ejemplo, es muy aficionado.