Donald Trump por primera vez contra las cuerdas

Mi padre lleva ya un mes amenazando con que va a escribir un guión de cine en el que Donald Trump, el personaje protagonista, es en realidad un espía encubierto de la antigua KGB. Yo siempre le respondo que tendrá que ser en tono de comedia, porque aquello nadie se lo va a creer. Pero ahora, visto lo visto, todo me está comenzando a parecer un poco más serio…

Primero fueron las continuas alabanzas a Putin durante la campaña electoral, luego el espionaje de las cuentas de correo del partido demócrata por parte de ciberespías rusos, y más tarde las informaciones falsas vertidas por los hackers del Kremlin para favorecer la campaña de Trump. Y ahora el caso Flynn parece ser la gota que finalmente ha derramado el vaso.