Ya saben que, a principios del mes pasado, y con diversas excepciones, España reabrió sus fronteras. Había hambre de sol y playa, y, a pesar de la incertidumbre, los turistas comenzaron a llegar a nuestro país. Alemanes, británicos, escandinavos, holandeses, italianos… un panorama parecido al de veranos anteriores, aunque con un menor volumen de visitantes.
Tanto establecimientos hoteleros como turistas han tenido que sacrificarse un poco para hacer realidad una temporada turística que, durante lo peor de la pandemia, se intuía difícil, por no decir imposible. Para tranquilizar a potenciales cl
Durante los meses de confinamiento, recuerdo haber visto en algún medio de comunicación la imagen de un carrito de la compra lleno de latas de cerveza, bolsas de patatilla, aceitunas y otras cosas de picar. Tiene sentido, pensé: de alguna manera hay que matar el aburrimiento. Y, sin embargo, meses después se supo que, al menos en relación al consumo de alcohol, en España el efecto del confinamiento había sido, en realidad, el contrario.
Un análisis llevado a cabo por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA) reveló que, entre los meses de marzo y junio, el consumo de alcohol
Durante el confinamiento por coronavirus en España, los medios de comunicación se inundaron de estadísticas mostrando un importante aumento del uso de Internet. Ahora que hemos recuperado una cierta normalidad, el tema ya no es noticia, pero probablemente sería bueno preguntarse si nuestros hábitos en el uso de la red han sufrido cambios.
Psicólogos y pedagogos sí han expresado preocupación por las consecuencias que el mayor uso de dispositivos electrónicos conectados a Internet durante el confinamiento haya podido tener en los niños. En los meses que los españoles pasamos encerrados en casa,
Uno sabe que ha aprovechado las vacaciones cuando consigue desconectar. Y, quizá especialmente, eso incluye —o debería incluir— la tecnología. Si a la vuelta no hemos olvidado nuestras contraseñas, y el escritorio de nuestro ordenador no nos parece el de un perfecto desconocido, es señal de que probablemente no hemos desconectado lo suficiente.
Y, sin embargo, aparcar los dispositivos electrónicos, aunque sea de manera temporal, se está volviendo cada vez más complicado, por no decir imposible. Antes de salir de vacaciones, seguramente nos hayamos dado un último atracón de pantalla: reservar tr
Con el calor de estos días, algunos han encontrado un motivo más para no usar mascarilla. Hace unos días se lo contaba a una amiga vietnamita, y no entiende el jaleo que montamos con la dichosa mascarilla en muchas partes del mundo. En su país saben bien lo que es pasar calor, y, sin embargo, como en otros lugares de Asia allí llevan años poniéndose mascarilla con frecuencia, principalmente a causa de la polución. Y ahora, con más motivo que nunca, por el coronavirus.
En otras partes del mundo, no obstante, muchas personas se resisten a llevar mascarilla. Tanto si se trata de algo voluntario co