Triste Nochevieja en Estambul
La carnicería continúa. Tras el reciente atentado de Berlín, ahora ha sido el turno para Estambul. Treinta y nueve personas asesinadas y casi setenta heridos ha sido el balance final dejado atrás por el terrorista yihadista que sembró el pánico, la noche de fin de año, en un establecimiento frecuentado en su gran mayoría por residentes y turistas musulmanes. El Daesh ya se ha apresurado a reivindicar el atentado, alegando en un comunicado que las víctimas merecían la muerte por celebrar una festividad cristiana.
Obama intenta enredar el traspaso de poder
Obama definitivamente ha perdido la paciencia. Por desgracia, ha sido demasiado tarde. Él mismo tiene que ser consciente de eso. Sin embargo, antes de entregar las llaves de la Casa Blanca, parece haberse dicho a sí mismo: “Al menos voy a dejar un buen lío detrás muy difícil de arreglar”. De modo que Trump no lo tendrá fácil para enderezar el entuerto, a menos que quiera dejar por completo al descubierto su verdadera posición, sobre todo ante sus votantes. Y es que, con toda claridad, es esta la verdadera intención de Obama: desenmascarar a Trump ante los Estados Unidos.
Barack Obama, final
Pedro Sánchez is back
Así es: al igual que un indestructible Terminator, o más bien, del mismo modo que un gato con siete vidas, el exsecretario general del Partido Socialista Obrero Español intenta regresar a la arena política. Después de perder dos elecciones generales consecutivas ante Mariano Rajoy (la primera en diciembre del 2015, la segunda en junio del año pasado), y luego de haberse visto obligado a renunciar a su escaño en el Congreso por su negativa a permitir la formación del Gobierno del Partido Popular, ahora regresa desde el país de los muertos para intentar hacerse de nuevo con el control del partid
Estadios en busca de nombre a cambio de un puñado de dólares
Sólo era cuestión de tiempo para que el fenómeno llegara a España. Tarde o temprano, todo lo que nace en Estados Unidos termina expandiéndose al resto del mundo. No quisiera ser tachado de antiamericano, pero a mi modo de ver siempre terminamos adoptando cualquier tontería que nace del afán consumista y mercantilista proveniente del país de Mickey Mouse. Todo lo que tenga que ver con el capitalismo norteamericano en su versión más pura y dura, es simplemente bienvenido en cualquier latitud del planeta.
El fenómeno, llamado “Naming Rights”, nació hace unos treinta años en Estados Unidos. All