A estas alturas, casi todo el mundo sabe que China tiene cientos de millones de cámaras vigilando a sus ciudadanos y, probablemente, a cualquiera que se ponga a su alcance. También sabemos que utiliza sistemas de reconocimiento facial para procesar la enorme cantidad de imágenes capturadas por la red de cámaras del estado. Pero, aunque muy preocupantes, estos hechos encajan con lo que esperaríamos de un Gobierno autoritario como el de Pekín.
Se diría que la goleta Adix está maldita. Como contaba hace unos días Vanity Fair, el precioso yate fue construido en Mallorca a mediados de los ochenta. Su primer propietario, el excéntrico multimillonario argentino Carlos Perdomo, hizo del yate un lugar de encuentro para la jet set, pero nunca cumplió su sueño de convertirlo en escuela marítima.
En 1988 decidió vendérselo al magnate australiano Alan Bond pero, solo un año después, un escándalo financiero enviaba a prisión a Bond, y el entonces banquero español Jaime Botín adquiría el barco. Dicen que la biblioteca del Adix incluye 20.000 volú
Algunos creen que con dinero se puede comprar cualquier cosa. Incluso a cualquier persona. En general, discrepo de quienes piensan así, por lo que me decepcionó mucho cuando, el año pasado, la Federación Española de Fútbol decidió conceder a Arabia Saudí la organización de la Supercopa de España. Claramente, el fútbol español sí que estaba en venta.
Que Arabia Saudí quisiera organizar la Supercopa no debería sorprender a nadie. El coste, 120 millones de euros por tres años, no era problema para el petroestado saudí. Y Riad necesitaba urgentemente un lavado de imagen. Toda ayuda es poca para el
Hace años, tuve una compañera de universidad china. “Vaya, ¿cómo se te ha ocurrido eso? ¡Qué creativo!” la escuchábamos preguntar con frecuencia. Pensamientos rutinarios que uno tiene en el curso de las actividades académicas a ella le parecían algo extraordinariamente creativo.
Todos sabemos que, como otros gobiernos totalitarios, el régimen comunista chino intenta controlar el pensamiento de la ciudadanía. Pero, la mayor parte del tiempo, este entendimiento es algo más bien abstracto. Conocer a aquella estudiante, una chica despierta e inteligente, fue diferente; me ayudó a entender de primer
El partido de ultraderecha español Vox ha demostrado en repetidas ocasiones que no tiene ningún respeto por la comunidad LGTBI. Hace unos días, en Murcia, Vox vio la oportunidad de socavar los derechos de este colectivo; el gobierno regional de coalición necesitaba el apoyo de la formación de ultraderecha para pasar los presupuestos, y, a cambio, Vox exigió aprobar la medida conocida como “pin parental”.
Esta iniciativa requiere la autorización expresa de los padres para que sus hijos participen en actividades escolares relacionadas con temas morales, sexuales o de conciencia. Muchas de estas a