Silencios Imborrables
El constructor
En septiembre, Clara
empezó el curso escolar en el Sagrado Corazón de Jesús. ¡
Estaba preciosa con su uniforme nuevo!
Quizá le iba un poco grande, pues Clara
estaba en edad de crecimiento y su madre le había comprado uno,
una talla mayor. Sin embargo, sus cabellos rubios
resaltaban con el color azul oscuro del jersey, la
falda y los calcetines. Clara
se parecía mucho a su padre, al cual adoraba. Desde que Helena y él
se separaron, lo veía mucho menos. Pero después de la escuela,
pasaban unas horas juntos casi todas las tardes.
A los pocos días de haber empezado las clases, una tarde, Clara c