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To stick your neck out for someone

Poner las manos al fuego

To burn the midnight oil?

Quemarse las pestañas

God helps those who help themselves

A dios rogando y con el mazo dando

To tie up loose ends

Atar cabos sueltos

To move heaven and earth

Mover cielo y tierra

Third time's the charm

La tercera es la vencida

Talk is cheap

Las palabras se las lleva el viento

Divde and conquer

Divide y vencerás

Settle a score

Saldar cuentas

Go all out / whole hog

Poner toda la carne en el asador

To go against the grain

Nadar contra la corriente

To let one's guard down

Bajar la guardia

To be at the end of one's rope

Estar con la soga al cuello

To pass the buck

Cargar con el muerto

Slow and steady wins the race

Paso a paso, se llega lejos

To chip in

Aportar un granito de arena

When life gives you lemons, make lemonade

Si la vida te da limones, haz limonada

One nail drives out another

Un clavo saca otro clavo

No pain, no gain

El que quiere celeste, que le cueste

To be an ace

Ser un crack

To pass the buck

Pasar la pelota

Pick your battles wisely

Gastar pólvora en zamuro

Full steam ahead

A toda máquina

To get up to speed

Ponerse al día

To not lift a finger

No mover un dedo

Wheeling and dealing

Tejes y manejes

To start from scratch

Barajar y dar de nuevo

One step at a time

Ir por partes

Saldar cuentas

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AA
María: En América Latina tenemos muchísimos mitos y leyendas que se transmiten oralmente. Uno de los casos más emblemáticos es el de “La Llorona”, de origen prehispánico, y que hoy representa al fantasma vengativo que regresa al mundo con una cuenta por saldar. Pero hay otro personaje popular de México que yo no conocía, “La Planchada”. Es la historia de una enfermera llamada Eulalia que trabajaba en un hospital de la Ciudad de México a principios del siglo XX. La joven se enamora de un médico y él le propone matrimonio. Pero luego el médico se cambia de hospital y se casa con otra. Con el corazón roto, Eulalia entra en una depresión y termina muriendo en el mismo hospital donde trabajaba. En la capital mexicana se dice que La Planchada aún deambula por los hospitales con una cuenta por saldar. Muchos pacientes aseguran haberla visto en carne propia, de noche, cuando se aparece para cuidarlos. Aunque también están quienes creen que es un espíritu vengativo que quiere matarlos.

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