María: | ¿Dijiste que hoy íbamos a hablar de cine, Noé? |
Noé: | ¿De veras? ¿Yo dije eso? |
María: | Ya ves cómo las palabras se las lleva el viento… |
Noé: | Ah, perdóname, María. Estoy un poco distraído. Pero tienes razón, hablemos de cine. Porque uno podrá decir que a las palabras se las lleva el viento, pero cuando una película logra capturarlas, ¡se vuelven eternas! |