Indignación ante la tibieza de Donald Trump

Donald Trump siempre se ha jactado de llamar a las cosas por su nombre. Aquello de la corrección política no va con él. Hay que ser valientes, enfrentarse a los problemas y definirlos con las palabras adecuadas. Si hay un problema con los musulmanes, pues se le define con coraje como “terrorismo islámico”. Si hay un problema con la inmigración, se habla sin tapujos ni vergüenza de “los mexicanos violadores”. Y si se trata de los neonazis norteamericanos, supremacistas blancos y simpatizantes del Ku Klux Klan, entonces… bueno… eeeh… entonces se condena la violencia que “proviene de todos los bandos”.