Una nueva y moderna Irlanda dice Sí al aborto
Muchas veces me pregunto cómo sería el mundo hoy en día de no haber existido el cristianismo, o al menos qué habría sucedido en el caso de que no hubiese tenido tanto éxito en su expansión planetaria. ¿Cómo serían nuestras vidas en este momento?
Se ha marchado el último titán
El pasado 22 de mayo falleció en un hospital de Nueva York, a los 85 años de edad y a causa de una insuficiencia cardíaca, el escritor estadounidense Philip Roth. Según un amplio acuerdo en el mundo literario, Roth es considerado, junto a Saul Bellow y William Faulkner, uno de los más grandes escritores estadounidenses del siglo XX. Sin embargo, por razones un tanto misteriosas en las que cabe sospechar ciertas motivaciones políticas (Roth era judío-norteamericano, algo en ocasiones imperdonable para ciertos sectores culturales de la izquierda europea), la Academia Sueca de Literatura menospre
Colombia duda entre dos modelos contrapuestos
Se cumplieron todos los pronósticos en las elecciones presidenciales colombianas, celebradas el pasado 27 de mayo: los dos principales candidatos que lideraban las encuestas, Iván Duque y Gustavo Petro obtuvieron, respectivamente, el 39% y el 20% del apoyo de los votantes. Ambos estuvieron lejos de alcanzar la ansiada cifra del 50% en esta primera vuelta electoral, porcentaje que, de haber sido obtenido por alguno de los candidatos, habría hecho innecesaria la realización de una segunda vuelta. Así que Duque y Petro tendrán que verse de nuevo las caras el próximo 17 de junio. La participación
Dios los cría y el Diablo los junta
“Dios los cría y el Diablo los junta” era una de las frases favoritas de mi abuela. Y viene como anillo al dedo para el tema que nos ocupa. Les explico: el eje socialista revolucionario latinoamericano (por llamarlo de alguna manera), cuyo núcleo duro está conformado por Cuba, Venezuela y Nicaragua, y en menor medida por la Bolivia de Evo Morales, está perdiendo los nervios. No es la primera vez, por supuesto, que las bases de la estructura revolucionaria se tambalean a raíz de las repetidas crisis económicas, de las recurrentes protestas ciudadanas, o de las supuestas, más bien imaginarias, a
El gran negociador ataca de nuevo
Debo hacer una confesión: mi visión acerca de Trump está cambiando. Pero no se asusten: no me está empezando a gustar como presidente, mucho menos me he vuelto “trumpista”. Simplemente estoy empezando a darme cuenta de que yo estaba equivocada en algunos aspectos. Había dado por sentado que Trump, en lo referente a la política económica internacional, simplemente estaba dando alocados golpes de timón sin ton ni son. Una manera errática de gobernar que sólo sembraba el desconcierto y la confusión en las diversas mesas de negociación. Pero yo, y muchas personas más, estamos comenzando a entender