¡Hola a todos! Bienvenidos a nuestro programa informativo semanal. Soy Renzo, y hoy es miércoles 30 de septiembre de 2020. Hoy comenzaremos hablando del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que en los últimos días se ha negado a comprometerse a una fácil transición de poder, si pierde las elecciones. Seguiremos hablando de presidentes problemáticos con las polémicas declaraciones de Jair Bolsonaro, mandatario del Brasil, e Iván Duque, el jefe de Estado colombiano. Luego comentaremos la gran jornada de protestas en favor del medio ambiente que vivió el mundo el pasado 25 de septiembre, y cerraremos nuestro recorrido en Chile, con la dramática historia de un grupo de venezolanos, rescatados por motociclistas todoterreno en el desierto de Atacama.

“Habrá que ver lo que pasa”, contestó Donald Trump el pasado miércoles, y el mundo entero tembló. La pregunta: ¿se compromete a que haya una transferencia pacífica de poder luego de las elecciones?

Los estadounidenses suelen jactarse de que llevan más de dos siglos, desde 1792, cambiando de presidente de forma pacífica. Pero Donald Trump no parece interesado en respetar ni las tradiciones ni la democracia misma. Ante unos resultados desfavorables en las últimas encuestas, que colocan a Joe Biden por encima de él en varios estados clave de cara a las elecciones de noviembre, la reacción de Trump

Las declaraciones de Donald Trump tienen al mundo en vilo por estos días, pero, lamentablemente, el estadounidense no es el único presidente que ha causado preocupación. En las Naciones Unidas, Jair Bolsonaro dijo cosas que escandalizaron a toda la comunidad internacional.

El martes 22 de septiembre, en un discurso dirigido a la Sesión Plenaria de las Naciones Unidas, el presidente brasileño Jair Bolsonaro dijo que los incendios cada vez más frecuentes en la región amazónica de su país son culpa, no de las políticas de su gobierno, sino de la irresponsabilidad de los nativos. Los brasileños, afirmó el presidente, son “víctimas de una de las más brutales campañas de desinformación sobre el Amazonas” jamás orquestadas, y no es verdad que bajo su gobierno hayan aumentado a niveles inéditos las hectáreas de jungla quemadas para abrir paso a la agricultura. Bolsonaro

Tristemente, Bolsonaro no fue el único que prendió las alarmas en su país luego de su intervención ante las Naciones Unidas. Su par colombiano, Iván Duque, hizo unas declaraciones que, lamentablemente, sus acciones en casa desmienten por completo...

La semana pasada, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente colombiano Iván Duque llamó a la comunidad internacional a proteger los páramos, ecosistemas exclusivos de los Andes suramericanos. “Los páramos son verdaderas fuentes de agua potable”, dijo Duque, para luego añadir que es importante que otros países entiendan que cuidarlos es “un deber universal y aporten recursos”.

Pero el mismo día que el presidente decía eso en las Naciones Unidas, en Bogotá, su Ministro de Minas, Diego Mesa, aseguraba el apoyo del gobierno al proyecto Soto Norte, de la compañía Minesa. Esa empre

Para presidentes como Duque o Bolsonaro, el bolsillo de los inversionistas pesa más que el bienestar del planeta. Pero las nuevas generaciones entienden que ese es un grave error y se están movilizando para corregirlo. El pasado 25 de septiembre, el mundo entero vivió una ola de movilizaciones pacíficas a favor del medio ambiente.

A causa de la pandemia del coronavirus, en la mayor parte del mundo ya resultan impensables las reuniones multitudinarias. Y sin embargo, el pasado 25 de septiembre, cientos de miles de jóvenes de unos 150 países decidieron salir a las calles de sus ciudades y pueblos a protestar por la lentitud con la que los adultos están enfrentando la crisis ambiental del planeta.

Atendiendo al llamado de la activista sueca Greta Thunberg y del movimiento “Fridays for the Future”, los muchachos dedicaron la jornada, denominada “Día global de la acción contra el cambio climático”, a reclamar de sus gobiernos

Tensión política y económica, crisis ambiental… Pero en la vida no todo son malas noticias, y la semana pasada no fue una excepción. En efecto, un grupo de inmigrantes fue rescatado en el desierto de Atacama, en Chile, por unos jóvenes aficionados al todoterreno.

El desierto de Atacama, al norte de Chile, es el lugar más árido del mundo. Tiene zonas que acumulan 400 años sin lluvia. Además, es el sitio preferido de los astrónomos —con dieciséis observatorios— y una Meca de los apasionados de las carreras todoterreno. Por eso, la semana pasada, un grupo de jóvenes chilenos, el “Team Tuareg”, salió a recorrer el descampado en sus motos para desafiar a la naturaleza y pasar un buen rato. Supongo que nunca pensaron que se encontrarían con más de veinte personas moribundas, entre ellas varios niños y bebés, y que les salvarían la vida.

Se trataba de un grup