Este evento fue proclamado por primera vez en el año 2000 por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, más conocida como la Unesco. La idea es preservar y desarrollar los idiomas maternos y, por ende, la identidad cultural de los pueblos.
Según la Unesco, una lengua necesita al menos 100 mil hablante