El papa dedicó toda la segunda jornada a visitar Ecatepec, uno de los suburbios más pobres de la Ciudad de México. La misa al aire libre del domingo fue el evento más grande de la visita. Alrededor de 300 mil fieles se congregaron en Ecatepec, una ciudad de 1,6 millones de habitantesconocida por casos de violencia, secuestros y actividades relacionadas con la droga.