La evidencia presentadademuestra que Jara estuvo involucrada en el espionaje a políticos opositores, periodistas y empresarios, tarea llevada a cabo por la Dirección Nacional de Inteligencia, la DINI. Luego de la decisión del Parlamento, Jara presentó su renuncia ante el presidente Ollanta Humala. No ocurría algo así en Perú desde 1963, año en que se censuró al primer ministro, Oscar Trelles Montes, durante el primer Gobierno de Fernando Belaunde.