La ley ha entrado en vigora un año de la promulgación de una enmienda a la Constitución brasileña. Según la norma, los empleadores deben registrar a sus empleados domésticos. Los empleados tendrán derecho a recibir el sueldo mínimo, seguridad social, jubilación, beneficios, horas de almuerzo y turnos de ocho horas de trabajo.