María: | ¿Recuerdas, Noé, aquella vez que te comentaba sobre la alimentación de los incas? Este imperio se extendía por toda la Cordillera de los Andes, y uno de los pilares de la alimentación de su gente era el chuño. |
Noé: | Chuño... sí. Una papa amarga que los amerindios secaban en la altura de los Andes para luego utilizar en cualquier momento. |
María: | Y hay otro alimento que tenía un rol similar en las antiguas culturas de esta región, miles de años antes que los incas incluso. Si el chuño era la fuente de carbohidratos, ¿cómo obtenían las proteínas necesarias para el cuerpo? |
Noé: | Proteínas... ¡de la carne, por supuesto! |