María: | ¿Qué opinas, César? ¿Tú te dejas engañar por las apariencias? |
César: | Bueno, mentiría si dijera que no, pero obviamente cuando sucede, no es intencional. Todos nos equivocamos de vez en cuando. |
María: | Claro, es como dicen, que incluso al mejor cazador se le va la liebre. Pero precisamente porque es muy fácil dejarse engañar por las apariencias, yo soy muy cuidadosa con las primeras impresiones. |
César: | Las personas cuidadosas como tú, son así. Se toman el tiempo debido para pensar bien las cosas y cuestionan sus propias primeras impresiones. Pero la gente impulsiva como yo… bueno, digamos que no siempre pienso dos veces antes de actuar. |