Pagar para ser espiado
19 February 2020
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Los grandes espías
del siglo XX – como Mata-Hari, Joan Pujol o Kim Philby –
se jugaron la vida para desvelar los secretos más inconfesables de sus enemigos. Pero en realidad, desde la Gran Guerra,
los mejores espías no han sido las personas, sino las máquinas. Alan Turing, por ejemplo,
logró desarrollar durante la Segunda Guerra Mundial la tecnología necesaria para desencriptar los mensajes de las Enigma alemanas. Y eso, en última instancia, permitió a
los aliados derrotar a los nazis.