La huella que deja Nora Cortiñas tras su muerte
12 June 2024
Hay heridas que dan sentido a una vida. La herida que sufrió Nora Cortiñas en abril de 1977
adoptó la forma de una repentina ausencia: la de su hijo Gustavo. Ese joven militante de izquierdas fue uno de los 30.000
desaparecidos durante la dictadura cívico-militar argentina. “El último día que lo vimos fue el 10 de abril,
domingo de Pascua”, declaró Nora en un documental, en 2012. Allí comenzó lo que ella llamaba “
el recorrido siniestro”. Allí comenzó, también, la nueva vida de Norita,
como se la conocía en Argentina. Una vida que se apagó el 30 de mayo, después de
47 años de búsqueda.
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