Un difícil camino por recorrer
2 January 2019
Si hay algo que distingue a Andrés Manuel López Obrador es su tenacidad. El nuevo presidente mexicano ha comprendido muy bien que en el competitivo mundo de la política quien no posee paciencia, ni perseverancia, está condenado a desaparecer. El incombustible dirigente, también conocido como AMLO por sus iniciales, aguardó su momento, no desesperó, y obtuvo sus frutos. Dos veces fracasó en el intento de acceder al sillón presidencial, y a la tercera oportunidad finalmente lo consiguió. Tanta espera, por supuesto, ha puesto nerviosa a mucha gente. Y no sólo a los millones de seguidores de López Obrador, quienes aguardaban con ansias la llegada al poder de este hombre que ha prometido un vuelco total en la manera de hacer las cosas. También a muchos de sus detractores, quienes temen que precisamente esta nueva manera de hacer política, en la que se detectan ciertos coqueteos con el populismo de izquierdas, termine arrastrando al país a una crisis como la que se está viviendo en Venezuela. Sólo el tiempo dirá si los temores y las esperanzas estaban justificados o no.