Se intensifica el conflicto diplomático entre Reino Unido y Rusia
21 March 2018
La tensión entre el Reino Unido y Rusia no cesa de incrementarse día a día. Moscú ha elevado aún más la temperatura al ordenar, el pasado 17 de marzo, la expulsión inmediata de suelo ruso de 23 diplomáticos británicos. Además, ha emitido la orden de clausura del consulado británico en San Petersburgo y la suspensión de las actividades del British Council en toda Rusia. Estas medidas son la respuesta por parte de Vladimir Putin a la orden de expulsión de 23 diplomáticos rusos del Reino Unido, decretada la semana pasada por Theresa May. La primera ministra británica castigaba así al régimen ruso por el atentado, aún no esclarecido del todo, en contra de un ciudadano ruso y su hija, en la ciudad inglesa de Salisbury. El pasado 4 de marzo, el exespía Sergei Skripal fue encontrado inconsciente junto a su hija en un banco de una plaza pública. Tras las primeras investigaciones, se supo que ambos habían sido envenenados con una sustancia química que afecta al sistema nervioso. Padre e hija se encuentran aún en estado crítico y luchando por sus vidas en un hospital de la capital británica. Todas las sospechas recaen sobre el régimen de Vladimir Putin. No sería la primera vez que algo así ocurre. Recordemos que este caso se asemeja bastante al asesinato, ocurrido también en territorio británico, en noviembre del 2006, de otro espía ruso, Alexander Litvinenko, que fue envenenado con polonio radiactivo. En ambos atentados el rastro apunta directamente al Kremlin, a pesar de que, por supuesto, Putin y sus allegados insisten en que no se trata más que de acusaciones descabelladas y sin fundamento.