El constante debilitamiento de Estados Unidos

Finalmente ocurrió lo que muchas personas, yo entre ellas, vaticinaban no sin enorme preocupación: Donald Trump anunció, el pasado primero de junio, que Estados Unidos se desmarcaba del Acuerdo de París contra el cambio climático. Tal acuerdo, firmado en el año 2015 por 195 países, busca intentar reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. A pesar de que las señales del calentamiento global son abrumadoras, pese a que la comunidad científica prácticamente está de acuerdo al completo acerca de la gravedad de la situación, e incluso sabiendo que Estados Unidos es el segundo país más contaminante del mundo sólo por detrás de China, aún así Donald Trump ha dado muestras una vez más de su cerrazón intelectual y su cortedad de miras: “No se puede poner a los trabajadores ante el riesgo de perder sus empleos. No podemos estar en permanente desventaja”, han sido sus palabras, demostrando otra vez que, más que el presidente de la nación más poderosa del mundo, es un simple hombre de negocios. Y ni siquiera demasiado brillante.