Reconozco que me pilló de sorpresa esta erupción de protestas en Colombia. Se habla tan a menudo de su vecino Venezuela en los medios que tenía la sensación de que todo estaba tranquilo en la patria de Gabriel García Márquez. De alguna forma, tras la firma de los acuerdos de paz entre las FARC y el Gobierno colombiano en 2016, la sensación era que el país estaba cerrando heridas. Ahora, comprobamos que no.
“Nadie debería morir en el mundo luchando por sus derechos”. Estas palabras son de Daniela, una estudiante colombiana, pero podría suscribirlas cualquier ser humano, en cualquier lugar del mu
Cuando en los años ochenta los padres de mi amigo Quique se separaron, le dijeron algo parecido a lo que los Gates han dicho a sus empleados. “Esto no va a cambiar las cosas”, “seguimos siendo una familia”. Todo el mundo sabe también que las cosas, al final, cambian. A veces, para bien: a mi amigo le regalaron una minimoto.
Si los creadores de la mayor fundación privada del mundo son un matrimonio que anuncia su divorcio es casi como si un país se partiera en dos mitades. Bill Gates y Melinda French Gates anunciaron su separación a principios del mes de mayo. Una lluvia de preguntas comenzó a c
En la vida solemos olvidar lo que nos incomoda. Hacer como si no existiera. Es lo que ocurre con el penal que Estados Unidos mantiene en su base militar de la bahía de Guantánamo, en suelo cubano. Parece que la opinión pública ha olvidado que todavía 40 personas continúan encerradas allí a la espera de ser juzgadas. Algunos de los internos tienen ya más de setenta años. Viven en un limbo judicial, en un lugar donde no impera la ley ni el estado de derecho. ¿Cómo puede Estados Unidos pedir a Cuba, a Irán o a Corea del Norte respeto a los derechos humanos si la propia Administración estadouniden
Hace unos meses leí esta reflexión en un ensayo de la escritora estadounidense Rebecca Solnit, titulado ‘El arte de perderse’: “A causa del miedo de sus padres a las cosas espantosas que podrían ocurrir, los niños rara vez deambulan, ni siquiera en los lugares más seguros. En mi caso, ese deambular durante la infancia fue lo que me hizo desarrollar el sentido de la orientación, la imaginación, las ganas de explorar y la capacidad de encontrar el camino de vuelta. Me pregunto cuáles serán las consecuencias de tener a esta generación bajo arresto domiciliario”. La autora no responde a esa pregun
Estos días en los que Colombia vive de nuevo sumida en la violencia se antoja casi paradójico el estreno en los cines de la película ‘El olvido que seremos’. Es paradójico, pero también necesario. El filme es una adaptación de la novela del mismo título que, tras su publicación, en 2006, comenzó a convertirse en un clásico moderno de las letras hispanoamericanas.
'El olvido que seremos' narra la historia del asesinato, en 1987, de Héctor Abad Gómez: periodista, profesor, médico y activista por los derechos humanos. Y quien narra esa historia es su hijo, que guardó durante años la camisa ensangr