¡Hola a todos, y bienvenidos a nuestro programa informativo semanal! Yo soy Renzo. Hoy estamos a miércoles 4 de septiembre de 2019. A continuación, hablaremos de la decisión del primer ministro británico, Boris Johnson, de suspender temporalmente el Parlamento de Westminster. Recordaremos el aniversario 80 de la invasión nazi de Polonia y comentaremos también los planes de Donald Trump para despojar del derecho a la nacionalidad a los hijos de inmigrantes ilegales nacidos en Estados Unidos. Viajaremos, además, al Reino Unido para contarles cómo se ha desarrollado la última edición del carnaval de Notting Hill. Y acabaremos en México, que ha empezado a recuperar la figura de la grandísima arquitecta Clara Porset.

Pero vamos a empezar, si les parece, por el Reino Unido…

El pasado 28 de agosto, el primer ministro británico, Boris Johnson, solicitó a la Reina Isabel II la suspensión temporal del Parlamento. Es algo habitual en el Reino Unido. Algo que ocurre cada año aproximadamente, cuando el gobierno quiere presentar a la Cámara de los Comunes un nuevo programa legislativo. El problema, en esta ocasión, es que el cierre provisional del Parlamento se va a producir en las semanas previas al Brexit, lo cual privará a los diputados de la posibilidad de impedir mediante una ley que el Reino Unido salga sin acuerdo de la Unión Europea.

La democracia británica consiguió, incluso, resistir al intento de la Alemania nazi de ocupar el Reino Unido. Justamente, el pasado fin de semana se conmemoró el aniversario 80 de la invasión de Polonia, que dio inicio a la Segunda Guerra Mundial.

El 23 de agosto de 1939, las puertas del Kremlin de Moscú se abrieron para dar la bienvenida a un invitado inesperado: Joachim von Ribbentrop, el ministro de Asuntos Exteriores de la Alemania nazi. Oficialmente, la Unión Soviética mantenía unas tensas relaciones diplomáticas con Berlín. Pero aquel día, las dos potencias dejaron sus rencillas a un lado para sellar un pacto que provocaría el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Von Ribbentrop y su homólogo soviético, Viacheslav Molotov, acordaron repartirse Europa Oriental en esferas de influencia.

Pocos días después, el 1 de septiembre de 1939,

Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, entre siete y once millones de personas quedaron desplazadas de sus hogares. Muchas, entre ellas miles de judíos, optaron por buscar una nueva vida en Estados Unidos, un país que los acogió con los brazos abiertos. Ahora, varias décadas después, es una pena ver cómo Trump cierra las fronteras a miles de inmigrantes centroamericanos que huyen de la violencia y de la pobreza extrema.

Ius soli es una expresión jurídica en latín que se traduce literalmente como “derecho al suelo”. Los países que lo observan, como es el caso de Estados Unidos, conceden la nacionalidad a cualquier persona que haya nacido dentro de sus fronteras. La 14ª enmienda de la Constitución proclama que todas las personas “nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y sometidas a la jurisdicción de este país, son ciudadanos de Estados Unidos y del estado en el que residen”. Esta enmienda se aprobó en 1868, pocos años después de la Guerra de Secesión y de la abolición de la esclavitud, para garantizar que

Ese sueño de libertad y progreso era el mismo que tenían los miles de inmigrantes afrocaribeños que llegaron al Reino Unido a mediados del siglo XX. Como cada año, los londinenses han celebrado el carnaval de Notting Hill, para reconocer su contribución a la sociedad británica.

Notting Hill es uno de los barrios más populares de Londres. Está situado en el distrito de Kensington y es conocido mundialmente por sus librerías, cafés y tiendas de antigüedades. Sus calles, escoltadas por hileras de casas de colores, son de obligada visita para los turistas, al igual que el afamado mercadillo de Portobello Road. Notting Hill es un vecindario cosmopolita y tolerante. Por sus aceras pasean personas de todas las razas y religiones y ejemplares de todas las tribus urbanas. El barrio tiene un espíritu libre e ilustrado, y un aire bohemio que fue inmortalizado en la película hom

Y vamos a terminar en México, para contarles cómo el país está rehabilitando la figura de la magnífica arquitecta y diseñadora de muebles, Clara Porset.

Hace unos días asistí a una conferencia divulgativa sobre el papel de la arquitectura en la transformación de las ciudades modernas. Uno de los ponentes se dirigió al público para preguntar a los presentes cuántos arquitectos famosos conocían. Las respuestas llegaron en cascada: Norman Foster, Richard Rogers, Santiago Calatrava, Mies van der Rohe, Frank Gehry, Le Corbusier… Todos ellos son fantásticos, sin duda, pero lo primero que pensé al escuchar los nombres de estos reputados arquitectos fue que, entre ellos, no había ni una sola mujer.

La arquitectura y el diseño interior han sido tradici