Buenos días queridos oyentes, y bienvenidos a nuestro programa informativo correspondiente al 31 de octubre. Soy Renzo y en esta edición, hablaremos de temas políticos y sociales. Veremos qué pasó en Brasil, donde se celebraron unas elecciones presidenciales muy tensas y polarizadas. También hablaremos sobre una caravana de migrantes que lleva varios días recorriendo Centroamérica y México, rumbo a Estados Unidos. Además, trataremos otros asuntos, como el polémico caso de Jamal Khashoggi, el periodista saudí asesinado en Turquía y el episodio racista que tuvo lugar en un avión de Ryanair.

Pero comencemos con Brasil, que ya tiene nuevo presidente: Jair Bolsonaro. Bolsonaro es un exmilitar ultraconservador que causa polémica con sus comentarios racistas y machistas. En todo el mundo, lo comparan con el mandatario estadounidense Donald Trump por su estilo deliberadamente provocador. Millones de brasileños fueron llamados el domingo a las urnas para elegir entre Bolsonaro y Fernando Haddad, un político que pertenece al mismo partido de los ex-presidentes Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva: el Partido de los Trabajadores. El 55% votó por quien ya es conocido como el “Trump del trópico”.

Estas elecciones han sido unas de las más polarizadas y agitadas que ha vivido Brasil. Durante la campaña electoral, la figura de Bolsonaro despertó veneración en algunos y un rechazo profundo en otros. Tanto, que a principios de septiembre, un hombre le asestó una puñalada durante un acto de campaña.

Bolsonaro supo ganarse muchos votos capitalizando los temores de un país que vive un momento crítico: la economía no consigue levantar cabeza, los casos y condenas por corrupción no dejan de brotar y la inseguridad preocupa mucho a los ciudadanos. Un escenario que el candidato ultraderechista supo aprovechar hábilmente para presentarse como una figura antisistema. La misma fórmula que —como sabemos— les está funcionando a muchos políticos en todo el mundo. Por ejemplo, Donald Trump en Estados Unidos, Rodrigo Duterte en Filipinas, o Matteo Salvini en Italia.

Seguimos hablando de política, pero esta vez, en el vecino país de Perú. La nación andina ha vivido un año muy agitado. En menos de doce meses, el Congreso intentó destituir al presidente Pedro Pablo Kuczynski, el dictador Alberto Fujimori fue perdonado y liberado, su hijo Kenji Fujimori fue grabado en video negociando apoyos para Kuczynski y, como consecuencia, éste tuvo que renunciar cuando la prensa dio a conocer esas imágenes. Lejos de calmarse, el escenario político peruano continúa sacudiéndose.

A mediados de octubre, el Congreso peruano aprobó en tiempo récord una ley para permitir que los presos de la tercera edad salieran en libertad bajo ciertas condiciones. La ley fue presentada un martes y el jueves de la misma semana ya había sido aprobada por la Cámara.

El siguiente paso era que el presidente peruano, Martín Vizcarra, le diera su visto bueno. Pero Vizcarra rechazó la norma por considerar que iba en contra de la Constitución. Según el mandatario, el Congreso tramitó la ley sin discutirla de verdad y con una celeridad poco usual.

A esto se suma otro factor: que, según muchos, la l

Seguimos el programa con un incidente que puso a la aerolínea irlandesa Ryanair en el ojo de mira la semana pasada. El motivo fue un video que se volvió viral. En las imágenes se veía a un pasajero británico profiriendo insultos racistas a una mujer jamaiquina que estaba sentada en la misma fila que él.

El hombre gritaba colérico, diciendo que no se iba a sentar al lado de una mujer de raza negra. Además de aludir a su color de piel, la insultó repetidamente.

Ambos viajaban de Barcelona a Londres y el avión todavía no había despegado. La hija de la mujer afectada se acercó a defenderla, mientras un aeromozo de Ryanair intentaba calmar al hombre. Al final, la tripulación optó por cambiarla de sitio a ella y no a él, una decisión que enfureció a miles de personas en las redes sociales.

A Ryanair le llovieron críticas por no haber actuado con más firmeza ante semejante ataque racista. Una de ellas

Veamos ahora qué pasó en el resto del mundo. Comenzaremos por un caso que lleva semanas poniendo a prueba las relaciones políticas entre Occidente y Oriente Próximo: la muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi. Seguramente recuerdan que Khashoggi, un periodista crítico con el gobierno de Arabia Saudita, desapareció después de entrar en el consulado que su país tiene en la ciudad de Estambul. Turquía afirma que fue asesinado y descuartizado por un comando enviado desde Riad, aunque Arabia Saudita durante días negó estar involucrada en la muerte del periodista.

Jamal Khashoggi fue visto por última vez cuando entraba al consulado de su país, el pasado 2 de octubre, para recoger los documentos que necesitaba para casarse con su prometida. Un trámite que no debería haberle tomado mucho tiempo. Sin embargo, los días pasaron y nadie volvió a tener noticias suyas. Hoy se sabe que Khashoggi murió ese mismo día.

La semana pasada, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acudió al Parlamento para informarle de las conclusiones de la investigación del caso. Allí aseguró que su gobierno tenía la certeza de que el periodista había sido asesinado en el consulado

La semana pasada se habló mucho de una multitudinaria caravana de migrantes que partió de Honduras rumbo a Estados Unidos. Las imágenes de miles de personas recorriendo a pie varios kilómetros al día bajo un sol abrasador conmovieron a muchos. Las críticas y amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también contribuyeron a incrementar la atención mediática sobre esta marea humana que se desplazaba hacia el norte. Sin embargo, esta no es la primera caravana que se organiza, lo que hace que muchos se pregunten por qué se le está dando tanta cobertura a esta iniciativa.

Cruzar la frontera entre México y Estados Unidos de manera irregular es peligroso. Muchos han perdido la vida en el intento. Pero, para muchos migrantes, este último paso no es nada comparado con el calvario que supone cruzar Centroamérica y México hasta llegar a las puertas de la tierra en la que ansían vivir.

El camino está lleno de mafias que secuestran, explotan y extorsionan a los migrantes y a sus familiares, a quienes exigen grandes cantidades de dinero que ellos muchas veces no pueden pagar. Violaciones y asesinatos están a la orden del día.

Por ese motivo, hace 15 años, un grupo de acti